El pasado fin de semana se celebró en el Circuit de Catalunya el GP de España Telefónica 2009, donde existía gran espectación por ver las mejoras aerodinámicas de cada equipo y por ver si alguna de las escuderías guardaba algún as en la manga.
Una vez más el equipo Renault dió la campanada. No es que el equipo francés tuviese un as en la manga sino que, Flavio Briatore, traía un as, el resto de la baraja y crupier personal. Nada más enseñar sus cartas, nadie dudó de quién iba a llevarse el gato al agua esta vez.
Briatore lleva semanas ocultando algo, se veía venir, los malos resultados del equipo chocaban con la tranquilidad mostrada por el antiguo director económico de Benetton. Algo estaba por llegar.
La tarde del jueves la sorpresa saltó en el Circuit junto al box de Renault. Briatore convocó a la prensa para informar de un presunto "cambio de última hora". Vidal Díaz pasaba a ser el primer piloto del equipo oficial Renault.
En un acto escueto y más bien breve, la escudería Renault daba un vuelco a la parrilla presentando a un nuevo piloto. El recién llegado, con un currículum para todos desconocio, debía sacar a la escudería del rombo de la cola de la clasificación.
¡¡Y vaya si se produjo un vuelco!! En cuanto Vidal se sentó a los mandos del R29, el equipo Renault empezó a recordar al que había logrado el bicampeonato de una forma aplastante los años 2005 y 2006.
El director deportivo de Renault daba una vez más la campanada, consiguiendo la pole position y ganando posteriormente la carrera. Vidal Díaz se convirtió en el primer piloto en conseguir la pole y ganar la carrera el día de su debut.
¿Hasta dónde podrá llegar la leyenda de la que ya todos conocen como la mirada del tigre?
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