domingo, 27 de abril de 2008

Fin de semana: concierto, copas, risas...

Ufff... Acabo de barrer y fregar el piso ¡qué coñazo! A ver si algún Viernes de estos tengo suerte y encuentro por fin la tan ansiada Thermomix que me limpie la casa, me lave y planche la ropa y me haga de comer.

Este ha sido un fin de semana bastante completito:
  • Viernes: concierto de Deluxe con los Setos (allí se sumó el Marciano que había aterrizado por allí) y alguna copita que otra después.
  • Sábado: terraceo con el León, fútbol (esto se podría omitir) y cena con el León y Pana.
  • Domingo: por ahora ya ha dado bastante de sí, gran carrera de Alonso, una pena que escogiese el mismo coche que yo (mira que somos idiotas... eh Fernando??) y no pudiese acabarla, chapa y pintura personal, limpieza general de la casa y una conversación con el Puto de una hora (ahí descubrí el concepto Thermomix, gran denominación).

El concierto de Deluxe estuvo bien, no algo espectacular, pero entre el concierto, los Setos, el aparecido y demás, estuvo muy bien. Me impresionó un poco Xoel con los cinco primeros temas. He de reconocer que no soy fan de Deluxe, casi nunca lo escucho, no cuenta en mis CDs del D3, no tengo nada en el iPod... No me da más. El local ayudaba mucho, el garaje siempre está a punto para las grandes noches, nunca me pareció un gran local para discoteca como afirman muchos, pero para conciertos es algo increíble. Para los que no estaban allí, así sonó Que no.


Los Setos estuvieron también increíbles. El Chopo estaba en su salsa: música, copitas y doble de huevo en la cena ¿qué más puede pedir? La Lonas no estaba por la labor de que le sacasen ventaja, y acabó demostrando que su apodo no ha sido un regalo, es algo que se ha ganado a pulso (con una ayudita del hígado). Después del concierto se pasaron por el D3 y comprobé que siguen igual: ella baila y no para de reír, mientras, el Seto hace lo de siempre, pasea por la pista. Una vez cerrado el D3, copita en Blaster y para casa.

El Sábado me lo tomé con bastante calma. Me levanté y, ya que el Viernes no había conseguido Thermomix, decidí cambiar el gimnasio por la lavadora (a día de hoy sigo sin saber qué es mejor, aunque tengo bien claro que lo paso mejor en el gim). Después de varias hora de duro trabajo, dos lavadoras estaban tendidas en la terraza. Me tomé una Coca-Cola mientras observaba mi obra. Es gratificante ver como consigo controlar los colores, no se me mezcla ni uno ¿cómo harán ellas para mezclarlos? Está claro que controlan la lavadora mejor que nosotros.

Estaba tirado en el sofá y me llamó el León, había quedado con Andreu y con Pana (tengo que cambiarle el nombre a Andreu, el cabrón ahora ya no usa las gafas). Bajamos a tomar una cañita al Ferro, es curioso, después de media hora sentados allí no teníamos claro si eran mejores las que bajaban por República El Salvador o las de Alfredo Brañas (tendremos que volver). "Vimos" el fútbol y picamos algo en Caney.

La noche de ayer en el pub no dió mucho de sí. Si tengo que quedarme con algo es con Mercy, el nuevo tema de Duffy. Lo bajé unas semanas atrás y no me convenció, no acababa de gustarme. Hace dos, Seijas me comentó que estaba pegando mucho y decidí bajarla. Está claro, los años no pasan por su oído.

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