Si hace unos días escribía en el blog qué regalos me dejó Mamá Noel este año bajo el árbol, hoy es el turno de contar cómo se han portado los Reyes.
Al vivir solo tampoco se puede esperar uno muchas cosas debajo del árbol, los cabrones de los Reyes suelen ir a casas más concurridas, donde pueden dejar los regalos y pegarse una buena panzada de turrones, licores y demás viandas; en una casa como la mía ni siquiera había una triste bandejita con dos polvorones... de ahí que apenas hayan parado.
En mi casa el árbol de Navidad ha sido el banco de abdominales, que era lo más parecido que había por casa... Debajo del árbol me han dejado un juego de fundas para el nórdico y un pijama de invierno que estrené ayer por la noche.
1 comentario:
Joé, ya te vale, que menos da una piedra; y que conste que lo habías pedido...pero vale, otro año serán calcetines estilo abuela "Paz".
Y sigo sin poder publicar con el correo...
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