Llevo varios días trabajando ya en el grupo de Arcade Consultores y mis impresiones son inmejorables. Es increíble ver la diferencia que existe entre un chiringuito y una empresa, aunque lo realmente triste es ver que yo había olvidado esas diferencias. Está claro que es cierto eso de que el hombre se adapta al medio. Está claro que también existe eso del Alzheimer, nos acomodamos rápido...
El cambio es importante: más trabajo, más organización, más presión, más ilusión,... Nada hace que me acuerde de mi paso por el lado oscuro. Aquí todo el mundo viene a trabajar con alegría, casi todo el mundo aparenta estar incentivado y/o motivado por algo. El Director de la empresa aparenta ser más dialogante, y sino es así y es simple impresión mía, al menos sí puedo asegurar que es más cercano, no tiene nada que ver con la prepotencia a la que está acostumbrada la gente en el otro lado. No es la mezcla de genes(1) de Franco y Hitler que tenía antes por dictador. Para que os hagáis una idea, he retado a mi jefe (el dueño de empresa) a un partido de squash mañana por la tarde.
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