Hace tiempo una amiga me recomendo una web, eché un ojo y parecía interesante. Ahora no tengo mucho tiempo libre, el trabajo me consume casi todo el día, y en los ratos libres, sigo pensando en el trabajo. Los momentos libres de trabajo, esos que ahora escasean, suelo aprovecharlos para leer algo. ¡Lectura digital! (por supuesto) La adaptación a la β-glucosa de la celulosa me está costando más de lo que esperaba.
Hoy he necesitado un momentito de relax y he tirado Alfredo de Hoces para desconectar un poco. Allí encontré este relato, una carta a su mascota. No tiene desperdicio esta carta a un amigo.
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