Dios la llamó Gran Canaria

En el Reino de los Cielos, Dios estuvo ausente durante seis días... El arcángel San Miguel, se lo encuentra descansando el séptimo día y le pregunta:

- Señor ¿dónde has estado?

Dios mostrando una sonrisa de gran satisfacción y apuntando con el dedo hacia abajo, a través de las nubes, le dice:

- Fíjate, Miguel. Mira lo que he creado.

El arcángel, confundido, mira y pregunta:

- ¿Y qué es eso?

- Es un planeta -le respondió Dios- Y he puesto vida en él. Lo llamaré Tierra y será un lugar donde todo estará equilibrado.

- ¿Equilibrado, Señor? -pregunta San Miguel, todavía confuso.

Señalando a las diferentes partes de la Tierra, Dios le explica:

- Sí mira. Por ejemplo, el norte de Europa será un lugar de grandes oportunidades y riqueza, mientras que el sur será más pobre.

- Por aquí he puesto un continente de gente blanca, y por allí he puesto otro de gente negra. Hay países con selvas vírgenes y otros con fértiles campiñas.
Dios continúa señalando los diferentes países:

- Ése es muy árido y caluroso, pero ése otro es frío y está cubierto de hielo.
El arcángel, impresionado con el trabajo de Dios, señala hacia un punto de la Tierra y pregunta:

- ¿Y qué es eso, Señor?

- ¡¡Ah!! -le responde Dios- Eso son las Islas Canarias.

- Y allí está Gran Canaria: el sitio más glorioso de la Tierra.

Tiene hermosas playas, bellísimas montañas, un clima ideal...

- Las gentes de Gran Canaria serán modestas, inteligentes, divertidas y de buen talante; se las verá viajando por todo el mundo. Serán extremadamente sociables, trabajadoras incansables y triunfadoras. Serán conocidas por todo el mundo como gentes inigualables.

- Miguel, anonadado por tanta maravilla y bondad, exclama:

- ¿Y qué hay del equilibrio, Señor? ¡¡¡Dijiste que todo estaría equilibrado!!!

Y Dios, sabiamente, le responde:

¡¡¡Espera que veas la pila de mamarrachos que he puesto frente a ellos en Tenerife!!!