Ayer al mediodía comí con mi amigo Manuel Sam en el Restaurante Kamakura. Comimos bien, la verdad es que quitando "la parte cruda", que me gusta pero que no me da más, el resto estaba todo increíble. Verduras en tempura, bolitas de calamar, empanadillas picantes... ¡¡todo buenísimo!! Por cierto, la clarita de limón estaba también increíble, algo que me chocó bastante, ya que no creo que los japos le den mucho a eso...
Es la segunda vez que voy con Manolo a este sitio, la primera vez me gustó bastante menos que ésta. No es el típico restaurante japonés en el que la comida digamos que está adaptada a la gente de aquí, sino que comes la comida tal cual la suelen comer ellos. Eso supone además, que es obligatorio comer con palillos.
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